martes, 17 de febrero de 2009

Que hacer cuando te dicen que tienes CANCER?

Es muy sencillo imaginar lo que la gente haría si se les plantease este momento, siempre de una forma hipotética.
¿Pero que pasa cuando este caso deja de ser ficción y se convierte en realidad?
Aquí no pretendo enseñar a nadie a afrontar esta situación, solo quiero ayudar a través de mi experiencia y la de más gente que quiera aportar su caso a esta página, y utilizarlo como medio de terapia. Al ver las reacciones de más gente que ha pasado por la misma situación que muchos están pasando cada día.
Yo tengo muy viva en mi memoria ese momento, ese momento que me cambió la vida para siempre, ese momento que por primera vez en la vida no supe como reaccionar.
"Era martes 22 de agosto del año 2000, yo tenía 21 años recién cumplidos y cientos de planes por realizar. Durante un tiempo atrás había ido experimentando unos fuertes dolores de cabeza que ha veces se acompañaban de pinchazos y sangrado por la nariz.... esto sumado a pequeños cambios que no quería dar importancia como, fatiga, cansancio, cambios de humor, intolerancia al exceso de luz, irritabilidad.... mi estado de humor era un poco especial, estaba muy borde. Recuerdo muy bien que mis padres, que era con los que vivía en ese momento, no me podían ni hablar porque no reaccionaba nada bien ante cualquier cosa, saltaba por nada y gritaba por menos...... Aunque nunca lo había querido reconocer, yo sabía que algo no funcionaba bien en mi cabeza, pero siempre he sido muy cabezona y cuando tenía un objetivo muy claro no dejaba que nada lo alterase. Así que estuve aguantando mucho tiempo hasta que llegó el momento en que me obligaron a decir vasta.
Este año, 2000, era un año muy especial, y no solo porque cambiaba el milenio, se estropearían todos los ordenadores y se acabaría el mundo... no, este año era especial por diferentes razones, en este año se casaron 2 primos hermanos, también se casó mi hermana mayor, mis padres cumplían sus bodas de plata y yo tenía que sacar segundo de carrera con mi promedio de notas excelentes, entre tantos preparativos y celebraciones. Todo fue llegando y pasando, las bodas, los exámenes. Llegó el verano y me puse a trabajar, como todos los años para sacarme unas pelillas. Mis padres hicieron sus bodas de plata y se fueron de viaje al norte de España, hacia Galicia, por lo que yo me quedé sola en casa y un par de días antes del regreso de mis padres ya no pude seguir, aun así seguí siendo muy cabezona y no dejé que mis hermanos me llevaran a ningún hospital, esperé que regresaran mis padres, incluso cogí mi coche y fui a buscarlos a las 11 de la noche del Domingo. Recuerdo que el lunes tenía fiesta en el trabajo, pero el martes ya mi madre se cansó, y menudas son las madres cuando se enfadan, sobre todo la mía cuando se trata de uno de sus hijos. Supongo que todas las madres son un poco como las gallinas protegiendo a sus poyuelos.
Ese día no pasemos por urgencias, ya que había ido más veces y no solucionaban nada, así que fuimos directamente a consultas externas, comentamos el caso y nos recibió un Neurólogo. Un hombre mayor que también era Neurocirujano pero debido a su edad no ejercía. Le llevemos la resonancia que me habían hecho hacía poco y en cuanto la vio fue a buscar un Neurocirujano en activo, el Dr. Rodríguez Rubio. En la consulta estábamos mi madre y yo, y fuera esperaban mi hermana y su marido. Bien el médico miró la resonancia, me vio a mí, se sentó frente a nosotras y mirándome a los ojos me dijo: - no me voy a andar por las ramas, tienes un tumor-. Cogió la una de las imágenes de la resonancia y lo señaló, - es esto de aquí, y hay que quitarlo.....
reconozco que si dijo algo más ya no me enteré había intentado obligarme a seguir la conversación pero mi cerebro había desconectado y lo único que parecía escuchar una y otra vez es TIENES UN TUMOR, TIENES UN TUMOR......
estas 3 palabras se me repetían una y otra vez y no sabía que hacer, como reaccionar, que decir..... era como si la conversación no fuera conmigo.
Cuando salí de la consulta, mi madre lloraba, mi hermana preguntaba que pasa que pasa y yo lo único que hice fue apoyarme en la pared, resbalar hasta sentarme en el suelo y llorar... Fue en ese momento cuando salí de la consulta cuando volví a conectar con la realidad y supe que eso no le estaba pasando a nadie más que a mí.
Esta fue mi reacción, no creo que ni mejor ni peor, simplemente una reacción de la que no me siento muy orgullosa, porque siempre he sido fuerte, he afrontado los problemas conforme se han ido presentando. Pero esto no era solo un problema, eran muchas dudas, muchas preguntas....-Ahora que pasa? ... Viviré para contar esto?... Soy lo bastante fuerte para luchar?... Y ahora que le digo a mis padres, para que estén bien?.....- Eran tantas incógnitas al mismo tiempo que me derrumbé...

Como enfrentar todo lo que está por llegar?
Cuando a alguien le dicen que tiene cáncer, lo más normal es agobiarte, que todo se te haga un mundo, es como entrar en un túnel en el que estás convencido de que por mucho que andes, nunca vas a encontrar el final... Creedme, en muchísimas ocasiones ese túnel, tiene salida. En mi caso no fue un túnel, os garantizo que no soy capaz, ni incluso ahora de comparar el sentimiento que tuve, absolutamente con nada. Yo no vi túnel, no vi camino que andar.... lo cierto es que no fui capaz de ver absolutamente nada.-Tras escuchar las palabras que me atormentaron durante un tiempo. TIENES UN TUMOR.... . Como ya he dicho antes lloré, si lo reconozco, es cierto, lloré como una cría, pero ahí estaba mi hermana con sus grandes y elocuentes preguntas que me hizo sonreír, pero de amargura. -No te tienen que tocar el cerebro verdad? Es por fuera del hueso?- jajaja... aun me río de lo ingeniosa que fue esa pregunta, pero me hizo girarme y mirarla y al lado suyo vi a mi madre. En ese momento recordé que no estaba sola, que ella estaba conmigo, que había escuchado lo mismo que yo y la vi tan perdida como estaba yo en ese momento, os aseguro que aun recuerdo esa mirada de miedo que había en su cara, y por ella, me levanté, la abracé y nos fuimos a urgencias, donde ya iban a empezar a hacer la placa de tórax y análisis de sangre para prepararlo todo y me asignarían habitación. Es decir que de allí no salía, no con el tumor por lo menos. En mi caso fue mi madre la que me hizo reaccionar y afrontar la situación, la que no me soltaba de la mano en ningún momento, fue mi apoyo en esos momentos. Pero estoy convencida de que todos hemos tenido y tendremos ese algo, ese que, esa persona.... lo que sea que te haga ponerte las pilas y decir, bien tengo un tumor, ahora que tengo que hacer, por donde he de seguir, cómo....? En mi caso fue un poco rodado todo, porque yo ya no salí del hospital, no tuve que ir a casa por lo que no me dio tiempo a meditar en mi cuarto. Pero creo que cuando tienes una enfermedad de este tipo, el tiempo que tienes no lo malgastas, sino que lo disfrutas, que ves las cosas de otra manera y disfrutas de todas eses pequeñas cosas a las que antes no les prestabas atención. El siguiente paso para mí, fue decírselo a mi padre. Él había ido a trabajar normal, como todas las mañanas así que no os puedo decir como era su mirada o su cara cuando se lo dije, pero lo hice. Cogí el móvil y lo llamé, aún estaba en el trabajo. Así que le dije - Papa, necesito que me traigas el pijama, para esta noche, me quedo ingresada porque me tienen que operar. Mi padre no preguntó ni un porqué, ni un como estás, no me hizo ninguna pregunta, solo Tú tranquila que todo va a salir bien, en un rato estoy ahí. Mi padre es así, fuerte en el primer momento, y luego cuando pasa es cuando se derrumba, justo lo contrario a mi madre, el impacto la deja sin reacción y luego se viene arriba y tira de lo que haga falta, yo supongo que tengo un poco de los dos. Este día pasó llegó el siguiente, y en ese día era como se lo decimos a la familia? Se llamó por teléfono a la familia directa que eran los tíos y a los amigos íntimos de mis padres. Se dijo con naturalidad, no se le asustó a nadie y se les dijo la verdad. Yo estaba muy tranquila y me iba preparando para lo que era mi prueba de fuego. Como sobrevivir a esta operación. Cuatro días antes de la operación, llegó el médico que yo quise que me fuera muy sincero, así que empecé a hacerle preguntas, yo lo único que necesitaba era la verdad, saber que pasaría si fallaba algo, que posibilidades tenía sino me operaba y porque el resto de médicos no quería tocarme, porque me daban por muerta antes de intentarlo? Así que nos llevó a un cuarto de la novena planta donde estaba ingresada y me habló claro, me dijo las posibilidades que tenía, y porqué nadie quería tocarme, y os aseguro que fue muy duro saber toda la verdad, pero lo necesitaba. Y como no la que estaba allí conmigo era mi madre, la que me escuchó decirle al médico, no quiero que me reanimes si crees por mínimo que sea la posibilidad de que no quede bien.... yo imagino que escuchar todo lo que se habló en aquel cuarto fue muy duro para ella, estas cosas tienen que ser muy difíciles para una madre, escuchar que su hija no tiene posibilidades de sobrevivir, escuchar que sino me opero es todo cuestión de tiempo, y si me opero las posibilidades de sobrevivir son casi inexistentes.... (bueno, la finalidad de esta página no es deprimir sino ayudar, así que pasamos esta etapa).Llegó el día de la operación, y os puedo garantizar que incluso sin posibilidades se puede salir de esto, puedes contar las cosas, porque se sobrevive. La operación fue muy larga de casi 10 horas, faltó muy poco, pero después de todo ese tiempo yo salía del quirófano, sin nada malo en mi cerebro. De aquí a la UCI, es un mero paso para curarse en salud, tras una operación de estas características, pero todo iba muy bien, yo vi a mis padres por la noche, a mi hermano, a mi cuñado y parte de mis tías, no recuerdo muy bien a cuantas, pues yo tenía la sensación de que me había pasado un camión lleno de elefantes por encima, así que lo único que preguntaba era si habían pillado la matrícula. El día siguiente es una laguna en mi memoria, pues tuve un derrame cerebral y tuviaron que correr, volver a intervenir, reanimarme...... Bueno lo que pasa en estos casos, pero también salí, por increíble que parezca a menos de 24 horas de una operación que me dejó bajo mínimos, sobreviví a otra y evolucioné muy bien, en 72 horas estaba otra vez en planta. Poco a poco fui recuperando fuerzas, me fui reponiendo a todo, hice rehabilitación, en cuestión de algunos meses, que a mí me parecieron años, volvía a ser yo, activa y feliz, superé todo lo que me pusieron por delante, todos los tratamientos, todas las pruebas, toda la recuperación y estoy aquí, tras casi 9 años.Con esto lo único que quiero que entienda toda la gente que pasa por esta situación, es que puede, hay que tener voluntad, confianza, y estar convencido de que eso no puede contigo, un tumor no va a terminar con tu vida. Siempre hay que tener esperanza, y ser más cabezones que el dichoso tumor, que parece que no tiene otra cosa que hacer más que atormentarte. Se necesita fuerza, y te aseguro que esa fuerza la tienes, y si alguna vez piensas que ya no puedes más no desesperes, esa lucha es tuya directamente, pero si miras a tu alrededor, los que de verdad te quieren, te van a dar su fuerza para que sigas luchando. Convéncete, esta lucha no es solo tuya, es de todas las personas que te quieren y que están luchando contigo, que te están dando ánimos, que te están diciendo ánimo, adelante, puedes, no te rindas, si necesitas algo aquí estoy, solo tienes que pedirlo....... Esta gente es la que te dará esa fuerza extra que necesitas para luchar y superar todo lo que sea necesario. No te rindas, ni te cierres en banda, ábrete a los demás por muy dura que te parezca, habla con tus padres, tus amigos, tu mujer, tu marido, tus hijos... expresa tus miedos.... si los dices en voz alta te das cuenta de que no dan tanto miedo como imaginabas. NO TE RINDAS, NO DESESPERES, NO DESFALLEZCAS..... LUCHA, TU PUEDES



Quiero dar las gracias
Lo primero a mi marido, ese dulce ser que me soporta todos los días, que hace que me levante y ponga una sonrisa todas las mañanas, que me apoya y me anima a seguir luchando cada día, que me sostiene cuando alguna vez puedo llegar a caer, y me da fuerzas para superarme cada día y ser mejor persona.

Después mi agradecimiento especial a mis padres, a los que ya les he dicho y repito lo siguiente:Hace algún tiempo escribí unas palabras, concretamente 8 años y medio, que años después me atreví a daros. Y ahora quiero recordaros que habéis sido, sois y seréis las personas más importantes en mi vida. Que estoy aquí, que pase lo que pase, y cuantas trabas nos ponga la vida, y cuantas cosas tenga que vencer lo voy a hacer si vosotros estáis a mi lado, que esa noticia que recibimos hace unos meses no nos frenará, no nos debilitará que os necesito para seguir adelante, sois mi apoyo, mi fuerza y junto a Silvia, David, Abel, Aarón, Ruth, Sofía y Jose no me va a detener nada. Que necesito que sigáis llevándome por la vida de vuestra mano, y aunque ahora soy yo la que necesita apoyarse en vosotros, espero que en un futuro seáis vosotros los que os apoyéis en mí. Como ya os dije hace algún tiempo y os recuerdo que, no he tenido tiempo suficiente para agradeceros lo mucho que hicisteis por mí cuando nací, o en los momentos difíciles de la adolescencia, y en los tragos duros y amargos que nos deparó la vida a todos juntos, o incluso en estos momentos que parece que todo se repite, en estos días, gracias por soportar todos mis berrinches y no dejar de apoyarme nunca, por todo esto y tantas otras cosas quiero que cada vez que entréis en casa, y yo no esté allí para daros un beso, que al entrar no sintáis que estáis solos porque no es así, tenéis 3 hijos que os adoran, unos nietos que os idolatran, y dos yernos que siempre vais a tener a vuestro lado. No quiero que lloréis ni que sintáis el vacío de la pérdida al entrar en casa, porque no es cierto simplemente la familia ha aumentado, sonreíd y sentiros orgullos esto es obra vuestra. MUCHÍSIMAS GRACIAS POR SER LOS MEJORES OS QUIERO MUCHO

No quiero olvidar esas dos personas que me han soportado y apoyado como son mi hermano y mi hermana.
Mi hermano es aquel con el que he estado peleando toda la vida. Es aquel con el que jugaba de niña; aquel que capitaneaba los primeros momentos de mi infancia. Mi hermano es aquel con el que combatía, mi hermano me enseñó a combatir sola contra todos los elementos y las tempestades del mal... Vencedores o vencidos en las mil batallas celebradas para vivir la existencia, mi hermano es el que izaba la bandera de la rebeldía cuando el mundo se convertía en un lugar infernal y el que izaba la bandera de la amistosa compañía cuando el planeta se transformaba en un lugar para las risas, Mi hermano él...Hemos sido los tres mosqueteros de Dumas buscando aventuras. Y es que en el atardecer siempre hay una niñez...Sueña, lucha y persevera con el afán de todas tus búsquedas. Mi hermano eres tú. Quiero agradecerte todos los momentos que has estado a mi lado, se que vives más en tu mundo y es un mundo muy liado, pero cuando de verdad te he necesitado siempre has estado ahí sin preguntas, sin porques…. Solo ahí apoyando, dando todo lo que hiciese falta y por eso te doy las gracias. Se que todo o casi todo el mundo quiere a su hermano pero te aseguro que como yo te quiero a ti muy poca gente lo puede llegar a entender.

Gracias David por demostrarme día a día que siempre vas a estar ahí.
TE QUIERO.
Tu hermana la Peke.

Amiga y hermana Para mí, existen dos tipos de acompañantes en la vida. Las amigas y las hermanas. Una amiga, es aquella que te acompaña en las buenas. La que siempre está para compartir un trago y una buena conversación. Te hace crecer con su envidia, porque a la luz de esta Se pueden notar tus triunfos. La que cuando vocifera calumnias e insultos en tu contra Eleva un himno al cielo y habla de tu humana grandeza. Entonces, es indispensable para toda buena guerrera tener una amiga cerca. Una hermana, esta en todas. Espera que estés en las malas para prestarte su hombro y consolarte. Ella sabe que para ti, es indispensable. Una hermana no permite que sus triunfos apaguen los tuyos, Más bien te da aliento para continuar andando. Una hermana; Es la que te siente, que te extraña, te mima y aconseja. Entonces, es indispensable para toda buena guerrera, tener una hermana cerca, porque no se negará a darte su sangre cuando sea necesario. Tu has sido, eres y se que seguirás siendo todo esto para mí, alguien imprescindible en mi vida. Estuviste a mi lado siempre, sin protestar, cuando la mama te pedía que te quedaras al lado de mi cama porque se iba a retrasar, tuviste intuiciones certeras cuando recaí y no todo el mundo tiene eso. Lo tiene una madre con un hijo pero tu eres mi hermana, y siempre nos unirá ese vinculo especial.

TE QUIERO
Tu hermana la Peke.

Gracias a todos los que habéis estado en las buenas y en las malas junto a mí, eso es algo que no olvidaré nunca.










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